Tuvimos el privilegio de asistir a una de las jornadas de creación, pudimos escuchar las primeras grabaciones aún en formato maqueta. Sentir desde las entrañas del proceso creativo y como las referencias sonoras afloran, se prueba, se graba, se descarta y sobretodo se trabaja duro.
En una mañana surgen reminiscencias que van de Rocío Jurado a Susana Estrada, Erykah Badu o Janette, música que está en el ADN de nuestros protagonistas. También se alumbran teorías, sobre la creación, la búsqueda de la canción perfecta, de la melodía o del estribillo adecuado.
El proceso es absorbente y en mucha ocasiones se basa en prueba-error, siempre avanzando y buscando sonoridades que expresen la búsqueda y el descubrimiento. Una percusión por aquí, un Rhodes por allá o una melodía tarareada puede ser la chispa por la que indagar un camino nuevo. Poochyeeh escribe letras en su cuaderno, inspirada por lo que suena por los altavoces.

Para Poochyeeh este es un reto, buscando siempre su voz, su expresión, ese flow que la lleve a sitios que ni ella misma imagina. Trabajando para alejarse de su zona de confort con dos escuderos que la animan, aconsejan y motivan. No se van a conformar con lo fácil, tres cerebros creativos con bagajes distintos y cultura musical tan amplia, que da gusto escucharles y ser testigo de sus impulsos e ideas.
Tres talentos unidos en una dirección, no pueden equivocarse y el resultado nos va a dar muchas sorpresas. Nadie dijo que abrir caminos y descubrir nuevos horizontes iba a ser fácil, podemos asegurar que lo que se está gestando en el barrio de La Latina, nos removerá.
Texto y fotos: Miguel A. Sutil