Yo también fui un disco adicto.
Recuerdo leer la primera reseña en una revista, que hablaba de un grupo que estaba causando sensación en Barcelona. Contaban que estaban protagonizando noches de puro hedonismo, donde se reivindicaba la música Disco. Unos días después actuaban por primera vez en Madrid, en la sala Moby Dick y claro, no me lo pensé. Allí estaba yo con mis funkzines fotocopiados, dispuesto a conocer a un grupo que parecía una familia de locos abducidos por el estilo setentero.
Era el descubrimiento de una nueva escena y encontrar que en otras ciudades también había proyectos musicales que querían reivindicar el Funk y sus derivados. Tras la grabación de una de esas experiencias en directo que corrían de boca en boca entre sus fieles, llegaría el gran momento: Su primer álbum de estudio con canciones propias. Looking For La Fiesta (que ha cumplido su veinte aniversario), nos descubrió que se podía hacer Disco-Funk en castellano y resultar creíble, gracias al tema que titulaba el álbum, que se convirtió en un himno instantáneo. El disco se abría con “T.F.P. Tropical Funky President”, una declaración energética de intenciones, por su lado “No More Chico Encantador”, “Lover´s Simphony”, “Fix A Point” o “Conmotion” daba las pistas de por dónde iban los tiros, sonido Philadelpia, Disco, Funk, Soul, Acid Jazz…además incluía una versión que superaba al original del clásico rare groove “Can´t Nobody Love Me Like You Do” y “Paquito´s Way” era un festín de Funk. “Supersexy Girl” sonó como banda sonora de un anuncio de TV y se convirtió un hit en radiofórmulas, la Fundación Tony Manero traspasó las fronteras del género, llevando por bandera un sonido que nadie en ese momento hacía en este país y habían conseguido
trascender. Después de este disco todos nos identificamos con la primera banda que lo hacía aquí con actitud y estilo.
En estos años el grupo no ha parado de reinventarse, ampliando su paleta de sonidos siempre fieles a ellos mismos pero evolucionando con sabiduría. Sus conciertos siguen siendo desde entonces celebraciones de baile y buenas vibraciones. Desde aquel primer concierto en Moby Dick la lista de actuaciones que he tenido ocasión de disfrutar ha sido interminable y en ninguna decepcionan. FTM es hoy por hoy la mayor máquina de Disco-Funk en directo que se puede ver en el viejo continente. Ahora que han anunciado su despedida, no te pierdas sus conciertos porque van a ser antológicos. De la disco adicción también se sale y la FTM nos ha guiado por los caminos de Groove como padres espirituales para mostrarnos los secretos de la música que nos hace bailar y sentirnos vivos.
Texto: MIGUEL A. SUTIL
Foto: Alba Suñé