A lo largo de su trayectoria, iLe ha cautivado a la prensa internacional, llenando salas en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa. iLe mezcla los ritmos caribeños a las raíces percusivas de la bomba y de la salsa. Nacarile , su tercer álbum de estudio y un extenso proyecto de 11 canciones, se basa en la afinidad de iLe por los géneros clásicos latinoamericanos y la percusión folclórica puertorriqueña, e incluso incursiona en el Hip-Hop que interpretó en su juventud junto a sus hermanastros en el icónico grupo Calle 13.
Pero Nacarile también incorpora nuevos géneros, recopilando sintetizadores astrales, arte Pop irreverente y melodías prismáticas en el proyecto más imaginativo y profético de iLe hasta el momento. con el enfoque en la experimentación melódica. Nacarile explora cómo lo personal y lo político se cruzan. Hay canciones de protesta feministas abrazadoras («Algo Bonito»), condenas a la colonización («Donde nadie más respira») y reflexiones sobre las cicatrices del amor patriarcal («Traguito»).
Hay momentos en Nacarile en los que iLe sale de su zona de confort, como el explosivo » Algo Bonito «. Para este tema, iLe eligió a un colaborador poco probable: la pionera del Reggaetón Ivy Queen. Pero como una confesión militante de la resistencia de las mujeres, la canción vincula a la perfección sus impulsos políticos.
Hay un mensaje similar en «Traguito», una colaboración con la artista chilena Mon Laferte. El título del álbum es un juego de palabras con el nombre de iLe y el coloquialismo puertorriqueño «Nacarile del oriente», una exclamación enfática que se traduce aproximadamente como «¡Para nada!».
Las colaboraciones de iLe con otros cantautores iberoamericanos, como con Natalia Lafourcade en la canción “En Cantos” con Trueno en “Ningún Lugar”, con el grupo mexicano Flor de Toloache en la canción “A la Deriva” y con el español Rodrigo Cuevas en “Cuando te Miro” , demuestran cómo iLe navega e intercambia sonidos y pensamientos con sus artistas favoritos contemporáneos y como ellas dialogan artísticamente. Con Cuevas, iLe amplió la colaboración, colaborando también en su álbum con la canción “Más Animal”.
ENTREVISTA Por: Marcelo Chaparro.
Bienvenida de nuevo a España, tenemos ganas de disfrutar de tu música, siempre tan auténtica y de la tierra. Cuéntanos un poco de tus tres álbumes de estudio hasta la fecha. Por el primero, Ilevitable, ganaste un premio Grammy. Enhorabuena por ese logro. Las canciones tienen un delicioso aroma a Puerto Rico.
Quería hacer música un poco más tradicional, me encanta el bolero, pero siempre me da esa inquietud de que no me gusta quedarme en una sola cosa ni en mi zona de confort; también me gusta explorar y ver qué cosas pueden salir de ahí. Ese primer disco fue bien bonito siempre en la compañía de la familia, hay una canción de mi hermano Gabriel y mi hermana Milena que son parte de mi equipo creativo y siempre han estado ahí conmigo. Fue super bello no saber qué estábamos haciendo, pero al mismo tiempo disfrutando el amor, la emoción y todo lo que estaba saliendo. Hay canciones que escribí yo, hay otras que las escribió mi hermana Milena y otras, mi abuela Flor Amelia de Gracia que siempre escribía y siempre fue amante de la música.
Mi abuela me grabó un casete con algunas canciones de ella cantada por ella a capela, otras era grabaciones del 78; ella con unas amistades de informal cantando; para entonces ya estaba cocinándose el plan de cantar algunas canciones suyas. Ella ya se me fue a otra dimensión, pero definitivamente estuvo en parte del proceso. Siempre me emociona escuchar a la gente cantando las canciones de mi abuela porque ella estuvo mucho tiempo de su vida tratando de lanzarlas y nunca lo logró.
Y el resultado es inspirador. En artículos sobre ti siempre se salen a colación la sororidad y la familiaridad. Ahí está tu abuela, tu madre, tu hermana. Familiaridad, pero también la sororidad, dos en uno. Una experiencia energética que pocas cantautoras han tenido la suerte de ver concretado en un álbum debut.
Sí, sí. Yo estoy súper agradecida. Mi abuela, mi hermana y yo somos de generaciones distintas, y cada una se expresa desde su perspectiva. Creo que como familia sentimos una conexión y son vivencias distintas, para mí fue relevante poder llegar al nivel de la canción de mi abuela y las de mi hermana. Al tener tanta conexión espiritual eso ayudó a poder transmitirlo de la mejor manera posible.
Ese es un arquetipo muy bonito que en literatura y en música se repite: tú como un dínamo, recoges todo lo que te ha otorgado la familia, esa energía rebota y se convierte en arte. ¿Hoy, en pleno año 2024, sigue siendo difícil para mujeres cantautoras del Caribe romper ese techo de cristal?
Desafortunadamente sí. Creo que todavía hoy día hay una cosa que no había antes. Sí que se han abierto algunos espacios y sí que ha habido cambios positivos, pero yo no quiero conformarme con poco…y reconozco que puede mejorar mucho más. Todavía siento que se le exige mucho a la mujer, cosificaciones que siento, esa imponencia patriarcal que cosifica a la mujer. Son líneas finas ¿verdad? Una cosa es disfrutarse de verdad, hacerlo desde un lugar bien femenino, porque sí, porque queremos y nos gusta. Otra cosa es sentir que tenemos que hacerlo para complacer a esas miradas masculinas que todavía siguen teniendo más poder en todas las industrias. Siento que ahí es donde se crea un conflicto. De eso se trata al final, de mandar para el carajo lo demás y hacer lo que nos haga felices, pero no sentir que tenemos que someternos a cosas que no queremos hacer. No ha cambiado tanto la cosa, pero estamos mucho más unidas que antes. Nosotras no tenemos miedo a hablar de cosas incómodas entre nosotras. Con mis amistades hombres también como que es bueno y saludable poder hablar con gente de confianza pues cosas que a veces son incómodas de hablar pero que te hacen bien hablar.
Un espíritu que impregna Nacarile, tu último álbum de estudio, donde hay varias colaboraciones más que interesantes.
¡Sí! Ha sido todo muy orgánico, las colaboraciones llegaron a mí, han fluido. Por ejemplo, conocí hace tiempo a Natalia Lafourcade, realmente esta colaboración con ella yo la visualicé. Lamentablemente con la única con quien pude grabar fue con Natalia porque fue justo antes de la pandemia. Igual fue bien bonito, todas las conexiones fueron bellas. Tenía que pasar así estoy súper agradecida de que ninguno de los artistas que colaboraron en mi tercer álbum de estudio se sintió fuera del lugar. ¡Qué bueno que esté plasmado! En ese disco hay buenos encuentros, todo fluyó orgánicamente; es entonces cuando entiendes que el universo permite que las cosas se den porque tienen que darse.
Y permites que tu niña interior juegue y te envíe esas cosas que nos envían nuestros niños interiores.
¡Siempre! Aunque me dé miedito estoy dispuesta al reto. Por ejemplo, con Ivy Queen ¡guau! pensé… ¿qué voy a hacer con ella, ¿cómo nos conectamos? Las dos somos distintas. Yo sé lo que me gusta de ella y voy entendiendo… es como ¡Poom! OK ahí ya voy logrando la conexión sin pensar en otras superficialidades. Se trata de encontrar una base que sea lo que me lleve a jugar con esas esencias.
¿Y así surgió “Algo Bonito”?
Para mí… los retos por más locos que puedan ser, mejor jajaja. Pero me tienen me tienen que hacer ¡click!, deben tener sentido, algo que yo sienta que estoy verdaderamente dispuesta a hacer. Es todo un proceso, pero al final obtienes el resultado y te das cuenta de que ese es el camino a seguir.
Y esperamos verte a ti, a todas tus ancestras y a tu arte brillar en Iberoexperia. Hay muchas ganas de verte.
Si, y yooo. Quiero resarcirme con Madrid porque la última vez que me presenté allí tenía un problema con mi voz, como que fue algo inesperado, me puse súper ronca. Pero esta vez será mejor.
Así será, yo ya puedo verte en escena, con esa entrega tan personal, tan auténtica y esa música tan bien construida. Nos vemos el 12 de julio en Madrid y el 13 en Barcelona. Muchas gracias.
Gracias a vosotros. Nos vemos en Iberoexperia.
