El pingüino es un animal que tiene una enorme capacidad de supervivencia, un poder que le viene dado gracias a la colaboración con su comunidad. El nuevo trabajo de Los 300, The Penguin Trip (Rootsound Music, 2022) plantea un viaje de un pingüino por las diferentes comunidades musicales del planeta. Así, conocerá y mezclará los ritmos de la Habana Vieja, del Delta del Mississippi, de Bogotá y Venecia, entre otros y como siempre, lo harán con esa particular forma de construir el sonido a base de loops orgánicos que caracteriza a este trío granadino.

El periplo llega hasta sonidos africanos como el afrobeat, los guarda en la misma maleta que el jazz más fresco y el elegante electroswing. Además, lanza un par de guiños a los álbumes precedentes: el primero es el tema “Blanco Intenso” (Azul Intenso y Rojo Intenso se incluyeron en su primer y segundo álbum respectivamente). El segundo guiño y más importante, es que continúan la senda animal y salvaje: The Monkey Howler Times (Ennegro, 2013) y The Fighting Kangaroo (Rootsound, 2017). Cada uno de estos animales representa una cualidad que también está en los seres humanos: el mono es la fuerza; el canguro, la lucha y el pingüino es la capacidad supervivencia.

El periplo musical del pingüino comienza en el malecón de la Habana Vieja, con “Agua Que Me Quemo”, de frescos ritmos caribeños. “Tolocodelcoco”, con el que se lanzó el disco, es un tema arrebatador que fusiona el afrobeat con la salsa y suena big band gracias a la maestría con loop de estos tres músicos. Para “Survivors”, un potentísimo afrobeat que clama por la emergencia climática, contaron con la voz y letra de Macaco. El viaje del pingüino continúa hacia la jungla donde hace una parada con el track “Stop In The Jungle» en el que los músicos imaginan cómo sonaría un encuentro animal en clave de jazz contemporáneo.
En “Blanco Intenso”, el trío hace un guiño a sus anteriores álbumes que incluyen “Azul Intenso” y “Rojo Intenso”, este track marca el ecuador del viaje y es con el que termina la cara A del vinilo. Para el sexto tema, el pingüino viaja al Delta del Mississippi con “Warts Follow Cats”, una canción inspirada en “Las Aventuras de Tom Sawyer”, en el brass sureño con tintes muy funkies y en la magia y psicodelia del rock. En “Gelato Italiano”, el trío presenta un divertido y fresco electroswing. En el octavo track, es el que establece el leit motiv del disco, la capacidad de supervivencia del pingüino, un desfasado audio, escogido más por el valor estético que aporta a la canción que, por el propio contenido, en el que se explica esta cualidad y se entremezcla con un boogaloo exaltado y elegante a partes iguales. En el viaje “De Santa Marta a Bogotá” el trío nos hace bailar a ritmo de salsa y son cubano.
La producción del disco The Penguin Trip se vio afectada por la pandemia, un tiempo que el trío sintió como de hiperconexión con pantallas y con la tecnología de desconexión humana y natural, estas emociones fueron plasmadas en el track “Antenas”. Esta es la última canción del disco que cierra con un bonus track del remix de “Agua Que Me Quemo” a cargo de HYLA (Green) y así, el pingüino completa este viaje alrededor del mundo por los rincones musicales del planeta.