Recordando a Lou Donaldson rescatamos esta entrevista publicada originariamente en el número 42 de la edición impresa de Enlace Funk, en el año 2012. La entrevista se realizó al día siguiente de su actuación en el Teatro Federico García Lorca de Getafe, dentro de la programación del ciclo Cultura Inquieta.
Charlando con una leyenda
Llego puntual, como un reloj suizo, a las 17h, en el hostal Carlos III de Getafe donde se hospeda Lou Donaldson. Hostal modesto para un músico y persona modesta que, por toda alhaja, lleva en la muñeca izquierda un reloj que, por tamaño, podría ser idéntico al que tengo en la pared de mi cocina, a no ser que el de Lou lleva una foto de Obama. “mi presidente” puntualizaría mas adelante en el transcurso de nuestra charla. Nada de trajes “flashy” nada de medallones, nada de sortijas, un sencillo jersey marrón oscuro de cuello con 2 botones y un pantalón de pana beige de lo mas corriente. Vamos que te lo cruzas por la calle de tu barrio y nunca adivinarías quien es en realidad. Igual de sencillo y educado es su trato. Eso si, me dice encantando, con la sonrisa en los labios, chispas en los ojos, casi babeando y tocándose la panza con las dos manos, que su barriga ha crecido en estos días debido a las paellas que se ha zampado alegremente diariamente en Valencia. Ese creo que es el mejor recuerdo que se llevara, esta vez, de su paso por estas tierras ibéricas. Además de la respuesta del público en sus conciertos en Bilbao, Sevilla, Valencia y Getafe
Lleva en el circuito musical desde los 15 años…
Sí, mucho tiempo, demasiado tiempo (risas). Pero me ha gustado y me sigue gustando. Nunca imaginaba que llegaría hasta aquí.
Ha tocado con músicos como John Patton, Lonnie Smith o incluso Jimmy Smith. Hubo un momento en el que los cuartetos o quintetos de jazz sustituyeron el clásico pianista por un organista. ¿A que cree se debió ese cambio en el line-up de las bandas?
Sí. No podíamos tocar el piano porque era demasiado caro, había que alquilar uno en cada ciudad en la que tocábamos y eso era muy caro, así que compramos un órgano y solucionamos el problema, y teníamos también el sonido del bajo, dos por uno (risas).
Por cierto ¿Sigue viviendo en Nueva York? Sigue frecuentando los clubes de Nueva York en los cuales solía tocar?
Sí, vivo en Nueva York desde 1950. Una vez al año toco en varios de los clubes, son clubes maravillosos.
Uno de los músicos de jazz que le marco fue Charlie Parker…
Por supuesto. En los 40 yo estaba en la Marina y todo el mundo hablaba de Charlie Parker, cuando por fin le oí tocar me quedé muy impresionado. Yo solía tocar como Johnny Rodgers. Charlie Parker hizo que cambiara de estilo.
Usted fue precursor de la corriente soul en el jazz y ha sido una figura importante también dentro de la escena de música soul ¿Cuáles son sus impresiones y sentimientos acerca de la escena soul y de la escena funk?
Sí. No tengo un sentimiento especial acerca de ello. En los sitios en los que yo tocaba a la gente le gustaba esa música. Yo solía tocar bebop, y cambié mi estilo. En el gueto era diferente, a la gente le gustaba bailar, divertirse, así que tenías que tocar un estilo diferente de música. Mi estilo ha estado enfocado hacia la pista de baile. No te sientas a escuchar esta música en clubes grandes. Te mueves y bailas, a veces cantas también… Es un poco diferente.
Usted ha grabado como músico de sesión y tuvo a músicos de sesión grabando también con usted. Pero a diferencia de la mayoría de músicos de jazz, decidió formar su propia banda con músicos fijos. ¿Por qué razón?
Bueno, los músicos que me habían precedido no eran muy fiables en lo que se refiere al dinero y muchos tomaban drogas, pero yo dejé eso porque tenía una familia, gente que dependía de mí, así que decidí formar mi propia banda porque a veces no nos pagaban, porque necesitaban el dinero para las drogas, y nos daban todo tipo de excusas.Por eso formé mi propia banda, y tocamos en un montón de clubes del gueto. No te sentabas a esperar a que apareciera un booking agent. Yo mismo iba a los clubes a buscar trabajo, era diferente. No tenía manager, yo era mi propio manager.
¿Qué le parece la escena actual?
¿El modo en que tocan hoy? No me impresiona demasiado. Demasiada técnica. Demasiada mecánica. Hay más de cabeza que de corazón y eso no es tan bueno.
Leí en un periódico el pasado viernes que decía que “sin el blues no hay nada”.
Sin el blues no hay música. “You can’t loose if you play the blues” (no puedes perder si tocas blues).
Obviamente la música popular afro americana no hubiese tenido un desarrollo similar sin ese componente que es el blues.
Bueno, sin este tipo de música desde luego que no. Está la música clásica y la música country y western, ambos son estilos bien diferentes, pero el jazz es música espiritual.
Usted grabó con Blue Note pero también con el sello Cadet y con el sello Argo ¿La manera de trabajar era diferente con estos dos sellos en comparación con Blue Note?
No. También grabe con el sello Prestige algunos discos. Pero Argo pagaba más dinero, así que firmé con Argo.
Hay un LP que grabo en Blue Note, Good Gracious, y me gusta mucho la portada…(risas) ¿la mujer que aparece en la portada es su mujer?
No, no es mi mujer. Era la peluquera de mi mujer (risas). Le dije que era muy guapa y que tenía que estar en el álbum y me dijo que sí. Así que llevé a un fotógrafo para que le hiciera unas fotos. A mi mujer no le gustó pero cuando vio el dinero que me pagaron por el álbum, se le olvidó (risas).
¿Hay algún músico con el que le hubiese gustado tocar y/o grabar?
He tocado con todos, no creo que me haya dejado a nadie. Ahora todos mis amigos músicos han fallecido, se han ido.
¿Y ahora? ¿Algún músico actual con el cual desearía grabar y/o tocar?
No, no se me ocurre nadie. Esto ya no es música, hay demasiado ruido. Ya no hay groove, ha desaparecido. Los músicos están locos. Están acabando con su propio negocio, y eso no tiene sentido. Todo es demasiado mecánico. Ahora hacen demasiado ruido, pierden el tiempo. No se puede comparar con lo que se hacia antes. Los clubes están cerrando. Es una pena. Así no puedes ganar dinero.
¿Algún álbum de su discografía que desearía recomendar a nuestros lectores?
Me gusta Blues Walk, uno de mis mejores discos, y también The Midnight Creeper, es un buen álbum.
¿Algo que desea compartir con sus fans españoles y con el público que atendió su concierto de ayer aquí en Getafe?
He estado muchas veces en España y sé que la gente compra mis discos y eso me gusta y lo agradezco, entienden de música. Anoche tuvimos que hacer tres bises, nos seguían pidiendo que saliéramos.
¿Está disfrutando esta gira? ¿Cómo se encuentra con tanto viaje?
No sé si voy a coger un catarro, este tiempo es muy variable, un día hace calor y al otro frío, y yo soy un hombre mayor.
Creo que le gusta la cocina española… y la paella en particular (risas)
Madre mía! (risas). Esto empezó en Valencia hace muchos años (risas). En Valencia comía paella todos los días!!
¿Sigue siendo el jazz una música de actualidad? ¿Puede ayudar a la gente a salir adelante con sus problemas?
Sí. La música es buena para la gente, especialmente si están tristes. A veces toco para la tercera edad y les hace muy felices. Se acuerdan de los buenos viejos tiempos y de la música. Toco algunas canciones que les gustan, como “Take The A Train” y cosas así y les gusta. Es bueno para la gente.
Por: Fernando Roqueta
Foto directo en Getafe (Cultura Inquieta): Jaime Massieu
Traducción: María Díaz