En su segundo álbum, More Feed, Feed LA se mueve libremente entre el Jazz experimental, el Funk contundente y los ritmos del Rock psicodélico, eludiendo las categorías definidas y las fronteras del mercado, el grupo se adentra en un Jazz cambiante y difícil de encasillar. Los temas de Feed LA se despliegan ante nuestros oídos, invitando a los oyentes a las intrincadas conversaciones entre músicos, donde cada murmullo, pausa y chispa repentina aguarda ser descubierta.
El proceso creativo de la banda abraza este tipo de libertad desde los primeros momentos de la grabación. Con Özgür Bayraktar al teclado, Daniel Ray Gahn a la batería, Michael Treetop Voß a la trompeta y su colaborador Jeff Özdemir al bajo, graban cada sesión en directo, incluso desde las primeras etapas de la composición. Tocando durante horas, cada una de estas sesiones abre espacio a la creatividad de todos los miembros de la banda.
Como describe Özgür, estas sesiones se basan en la confianza en la fluidez: el grupo a menudo ni siquiera se mira, pasando sin esfuerzo de un riff a otro, entrelazando sonidos de Funk, Hip Hop, Rock y Jazz en una única trayectoria en evolución. Los músicos se mueven juntos como un solo cuerpo, sus instrumentos se nutren mutuamente, creando nuevos sonidos y ampliando otros. Con la libertad de experimentar y explorar juntos, el grupo captura las texturas de la improvisación en caída libre y la libertad de todos.
Estas grabaciones encarnan la volatilidad sublime del Jazz y el Funk: su imprevisibilidad y su alegría. Sorprendentemente, el grupo no escucha estas cintas de estudio hasta que termina la sesión. En cambio, cada sesión se desarrolla libremente y sin interrupciones. Fuera del estudio, los miembros de la banda se convierten en oyentes, redescubriendo sus propias improvisaciones como forasteros, siguiendo cómo los ritmos y grooves de la sesión dirigen la atención hacia ciertos instrumentos y texturas.
Al revisar estas horas de archivos de primera capa, Michael describe la espera a que sus oídos se agudicen, atrapado por inesperadas marañas de melodías, nudos de armonías o repentinos cambios de ritmo. Estos momentos se convierten en la semilla de la discografía en evolución de Feed LA, y la banda llega a la siguiente sesión de estudio con piedras de toque desde las que pueden comenzar nuevas exploraciones.
En las etapas finales de producción, Feed LA crea un último momento de creatividad. Aquí, ciertos instrumentos se enfocan con mayor nitidez, las texturas de fondo se embellecen y se entrelazan nuevos giros y bucles en la estructura de la canción. Esta escultura sonora ofrece tanto una síntesis como un renovado acto de creación: un último abrazo vibrante a la volatilidad. Para Daniel, miembro de la banda, esta configuración y mezcla reaviva la sublime emoción de la improvisación.
El oyente es guiado a través de la conversación entre los músicos, acercándose lo más posible al pulso del estudio: su flujo y reflujo, su vagabundeo y ritmo. En estos paisajes sonoros, Feed LA invita al oyente a la alegría de la improvisación: viva, indomable y en constante evolución.
