“Cuando quieras, puedes mirar lo que quieras”.
Letra por Adriana Terrén.
“Sex& B”, el nuevo single de Adriana Terrén, abre y cierra con clicks de cámara fotográfica, lo que resulta un potente significante de la nueva fase en que se encuentra su carrera musical. La polifacética artista publicó en 2020 Bennu, uno de los proyectos R&B más arriesgados de la última década a nivel lírico y melódico, en el que envolvió, con brutal belleza, una de las peores atrocidades que pueden infringirse a una mujer.
Quienes siguen su carrera habrán notado que una de las imágenes arquetípicas con las que suele jugar es la de una especie de Ofelia shakespereana 2.0, flotando en el agua, esperando su renacer. Pues bien, en “Sex& B”, la Terrén vuelve a desafiarlo todo porque le da la gana, da un paso al frente y sale del agua. Desea, invita, nos pide que la contemplemos en su esplendor. Nos ofrece su amor entre beats (alla Kali Uchis, Doja Cats o FKA Twigs) e imágenes altamente seductoras.
“Duda que ardan las estrellas, que se mueva el sol, que haya verdad, más no dudes de mi amor”.
Hamlet, William Shakespeare, 1603.
El videoclip, dirigido por Luken Requerey, es un refinado ejercicio de voyerismo chic. El rostro de Adriana (call her ‘Dri’, please) luce decorado con brillantes que asemejan gotas de agua (cortesía de MUAH Nuria Panzo), el agua que la acompaña desde su pasado, y que ahora la dota de una sensualidad desbordante. ¿Qué mejor señal de trascendencia que la de volver a anhelar ser un objeto de deseo, dejando atrás el dolor?
“Pide por esa boca, aquí eres mi VIP”.
Ambientada en cinco sets distintos, la narrativa del videoclip es sencilla porque menos siempre es más. Terrén es una muñeca rosa con orejeras de peluche azul en el primer set, y nos llama desde detrás de su envoltorio de plástico. En el segundo, un metaverso donde interactúa consigo misma en la pantalla de una tele, encarna una especie de vampiresa smart que ha perdido su taconazo, en sutilísima tensión homoerótica con quien la está filmando (gracias, Valentina Cánovas). El tercer set recuerda a un escaparate del barrio rojo de Amsterdam, y el oro de su pendiente en forma de tarjeta de crédito (gold, of course) es rey. El cuarto mezcla a una sirenita pelirroja sobre sábanas verdes con aquella mítica Mena Suvari en American Beauty. En el último, Terrén cubierta en polvo de plata se mira a sí misma empoderada en los espejos que la rodean. Cada poro de su piel brilla como el diamante; es imposible despegar los ojos de ella.
Y como en el teatro de Shakespeare, la artista nos concede libre albedrío. Adriana nos invita a contemplarla entre brillos y beats; quiere quedarse en nosotros como un tatuaje. La otra opción es volver nuestros ojos hacia la realidad, no siempre tan seductora. ¿Qué escoges?
“Sin miedo, enciende la luz. Que suenen los bajos del club”.
Sex&B.
Adriana Terrén debutó en 2018 con Piel. La productora, arreglista y letrista zaragozana ha sido nominada dos veces en los Premios Enlace Funk. En 2019 a mejor canción por “Si Quieres Quedarte” y en 2020 a mejor vídeo por “Call” del álbum Bennu.
TEXTO: Marcelo Chaparro Santana
FOTOS: Making of