Si te riges por las limitaciones corporales de espacio y tiempo, hace como una década de la revolución estilística que fue «Black Up»,Black Up el debut de Shabazz Palaces – uno de los discos más importantes de la década de los 2010 según Pitchfork – pero el proyecto ideado por el vocalista y productor Ishmael Butler va más allá de consideraciones gravitacionales o medidas terrenales, heredero directo de las imaginaciones astrales de Sun Ra, George Clinton, Octavia Butler y Alice Coltrane.
Es Hip-Hop, Dub, Jazz, R&B, Soul, Funk, música africana, experimental y a veces hasta Pop, pero a lo largo de cinco LPs, Shabazz Palaces han definido los límites fluídos de su propio género, mostrando el talento de Butler como conducto del sonido y la experiencia, alimentado ahora por la experiencia de ver a su hijo Jazz convertido en la estrella internacional Lil Tracy y consiguiendo algo imposible para muchos artistas veteranos: absorber el sonido de los jóvenes de hoy y filtrarlo por su propia visión, escupiendo poemas convexos de cadencia salvaje, freestyling con la sabiduría que otorga la edad y la pasión frenética del que aún quiere demostrar y convencer.
Desde sus primeras producciones Black Up (2011) y Lese Majesty (2014) o Quazarz (2017), Shabazz Palaces se reivindica como una de las alternativas más inteligentes, emocionantes y contestarías que cuenta hoy ese latido urbano que es el Hip-Hop afrofuturista.
Tras Robed in Rareness, publicado en 2023, Exotic Birds of Prey es el último capítulo en una serie de grandes discos de este proyecto del ex-Digable Planets Ish Butler, ambos editados por Sub Pop.