“¡La vida es un zumo de freakis, baby!”
Ruffin ha sido guitarrista principal en Morris Day and the Time durante casi veinticinco años ya, y en el camino también ha tocado con artistas de la talla de Prince, Michael Jackson, Mariah Carey, Mick Jagger, Lenny Kravitz y Fishbone. Hasta actuó en la clásica comedia de Eddie Murphy de 1988 Coming to America. Además, lidera su propia banda, Freak Juice – con Charlie Redd (bajo), Stanley Fary (batería) y Christopher Simpson (voz)- que combina Funk y R&B con su amor por el Hard Rock con riffs pesados. Para los fans de la banda, los Juicemakers, no se podría servir una mezcla más potente.
El otoño pasado, Freak Juice lanzó They Call Us Juice en el sello Horton Records de Tulsa. They Call Us Juice te llevará al rechinar de guitarras de “Better”, el R&B retro de “Learned It From U”, el Jazz instrumental teñido de ácido de “Billy Ann’s Jump” y el Funk fusión de “Pimp Bus”. El álbum encarna la mezcla especial de crítica social, entregados con melodías agradables al oído y musicalidad seria. «Hands to the Sky» reflexiona sobre un año de injusticia, mientras que «Hypocrite» es una crítica con tintes de Reggae al gobierno de Trump. Además de girar con su banda y con la de Morris Day, ¡a Ruffin le da tiempo hasta para administrar su propio bar y sala de conciertos, el Juicemaker Lounge, con su hermano Greg!
«La música me impulsa. Siempre quiero aprender,
Intento crear algo nuevo, siempre», (T. Ruffin).
Cuéntanos sobre ti, tus inicios, y tus primeras influencias musicales.
Nací en Chicago, pasé mi primera infancia en Detroit antes de mudarme a Los Ángeles cuando era ya adolescente. mi primera guitarra, una Gibson con amplificador, la heredé de mi abuelo. Unos acordes más tarde, estaba en mi primera banda, que incluía al novio hippie de mi hermana, cuya colección de discos contaba con Jimi Hendrix y Led Zeppelin. Escuchábamos todo eso y más. Elton John, James Brown, George Clinton.
Y la Motown, claro.
Smokey Robinson vivía cerca de mi casa, además mi hermana tenía un novio hippie que ponía sus vinilos de Funk. Mi abuelo tenía una farmacia y un cliente suyo le debía dinero y le pagó con una guitarra, una preciosa 355. Absorbí todo eso. Me fui a California, descubrí mi pasión y me decidí a vivir de la música. Ya en los 80, Prince era un monstruo, siempre le admiré, desde adolescente. En Los Ángeles tocaba con colegas, de ahí pasamos a estudiar Jazz y BeBop. Un día, fuimos a ver a Miles Davis en Hollywood Bowl con su banda eléctrica. Mezclaban Rock con otros lenguajes musicales y empecé a estudiar en serio. Trabajé en bandas de versiones, un tío me presentó al director John Landis. En Hollywood, los de la tele buscaban músicos para tocar en programas y Arsenio Hall me contrató para su show, ahí conocí a mogollón de peña a finales de los 80. Entre ellos, a Morris Day en el The Tonight Show; Morris me dio una oportunidad para tocar en su banda (en 1995) porque Jesse Johnson tenía otras cosas en mente, así que yo ocupé su lugar. Conocí a Chance Howard, Robert Grissett Jr. y Ricky «Freeze» Smith. Mi contrato con Morris era para 2 semanas y ya llevo más de 25 años tocando con ellos.
¿Habéis girado por Europa?
Paris, Ámsterdam y Londres. Poco más, realmente. El pasado octubre estuvimos en Ámsterdam, fue una pasada.
¿Tú que has vivido ese momento de los 80s, crees que en esa década la música negra cambió mucho con la incorporación de nuevos instrumentos?
Teclados, drum machine. Babyface estaba ahí con su LaFace Records. Ya no se escuchaba mucha guitarra, ni batería. Luego vino el Rap. Cada vez había menos instrumentos en directo, lo cual me entristeció jajajaja. Luego en los 90s, con Morris tuve oportunidad de ganarme la vida como músico de directos. Hoy, lo hago con mi banda Freak Juice. He construido mi propio refugio. Los jóvenes de hoy escuchan la música que les meten por la garganta, no conocen otra mejor, a veces sus padres no les enseñan otros géneros, y los chavales no tienen otros cimientos sobre los cuales construir sus gustos musicales. Escuchan lo que la “Corporate Machine” les dicta. Creo que ahora mismo, la música negra pasa por un mal momento. The Funky Knuckles y Bruno Mars sienten respeto por la música en directo, y yo los respeto mucho por eso. En ellos hay fusión e hay innovación, pero el espíritu old school también está en ellos.
¿Y los Red Hot Chilli Peppers? Ellos fueron muy importantes a la hora de mezclar Rock y Funk.
Flea es todo un conocedor del Funk. Y John Frusciante. Tienen temazos, respetan el Rock de Hendrix y el Funk del tío George (Clinton). Son músicos de alto nivel, se han ganado su lugar en la historia. Son una banda que toca en directo, sin tanta programación, sin casi ordenadores. Les respeto. Incluso Chad se apuntó a mis clases de Funk en la academia de Los Ángeles. Son unos cracks. Muy influenciados por Fishbone. Hasta los de NoDoubt están influidos por Fishbone.
¿Y los 24-7 Spyz, que también son de la época?
¡Oh, sí! Jimmy Hazel es un crack de la guitara. Con mi banda de entonces, Civil Right, solíamos tocar con ellos. Hasta salimos en el libro (muy recomendable) The Right to Rock sobre escena de los años 90.
¿Giraste con ellos o solo participaste en su álbum de estudio?
Toqué en “Still Stuck in Your Throat”. Y en el último de Morris Day. Actualmente ha salido una guitarra con mi nombre, la Freak Juice Guitar, que es color púrpura. Sale en marzo.
¿Qué se siente tener tu propia guitarra?
Me siento muy afortunado. Y como soy zurdo, aún más porque es muy difícil encontrar instrumentos musicales de calidad cuando eres zurdo.
¿Y Morris Day es siempre ese personaje que conocemos públicamente? ¿Va de Morris todo el tiempo?
No siempre, pero cuando salimos por ahí después de los conciertos… sí que es Morris, y es tronchante. El tío tiene un sentido del humor que te partes. Es un grande (habla en español). Practico mi español en Dúo Lingo, jajajaja.
¿Escucharemos algún día una canción tuya con letra en español?
¿Por qué no? Nunca se sabe; se hacen muchas cosas por amor, jajajaja. Mi novia es española y practico con ella mi español.
Volviendo a Prince y Morris, ¿tú que has pasado temporadas con ambos puedes diferenciar entre Morris el musico y Morris el personaje?
Prince nunca cambiaba, él era Prince todo el tiempo, no pase todo el tiempo con él, pero siempre era el mismo tío. Morris sí que cambia, tiene dos acetas, con el no podría hablar de cómo es Prince cuando no está siendo el personaje público. Prince intimidaba, él era muy bajito, media metro y medio, o algo así; mi teoría es que el intimidaba para ganarse el respeto, porque siendo un tío bajito y tan gentil, la gente podría pensar que su gentileza era debilidad.
¿Se retira Morris de la música?
Yo no creo, aunque habría que preguntarle a él. Él es un tío que vive por y para la música. Dice que no le gusta trabajar, pero trabaja muy duro, (lo dice en español) jajajaja. Me dijo, “no importa si tu público es grande o pequeño, hay que darlo todo”. Los músicos de Rock suelen retirarse en algún momento de sus carreras, los de Funk no nos retiramos nunca jajaja. Nos encanta tocar, no sabemos vivir sin eso. Ahí tienes al tío Clinton y a Bootsy dándolo todo.
¿Cuál es tu tema favorito de los de The Time?
Me encanta “The Walk”, es un temazo. Lo escuché por primera vez cuando tenía quince años y flipé. El solo de guitarra es la caña. Y de los temas P-funk, mi debilidad es “Knee Deep” porque el solo de guitarra es muy melódico, creo que está infravalorado. La escala es perfecta, Clinton metió ahí todo lo que se le ocurrió, sin llegar a sonar demasiado técnico.
¿En concierto, a Morris le gusta que improviséis?
No, no mucho. Morris tiene mucho de Prince en ese aspecto. Prince nos decía que demasiada improvisación hacía que todo sonara como un circo. Es como hornear una tarta: tienes la receta básica que debes respetar, y luego puedes poner una o dos cosillas más, sin experimentar demasiado. Demasiada improvisación y ya no es Funk.
¿Eso sería más bien estilo Fishbone?
Fishbone es más bien Rock, pero cuando hacen Rock siempre respetan los espacios característicos del Funk. Con mi banda Freak Juice me abro más, improviso más, experimento mucho más. Más tipo Miles Davis, acordes más amplios, un poco de Be Bop. Para eso la fundé, para los momentos en que no estoy girando o grabando con Morris (que es mi trabajo principal jajajajaj). Morris es muy específico; siempre me dice que improviso demasiado, jajajajaja.
Paco de Lucía decía que en la primera fila de su público siempre veía guitarristas. ¿Cambia tu manera de tocar cuando tocas para otros músicos o para la gente el público general? ¿Distingues entre un público y el otro? ¿Las reacciones de ambos tipos de público son distintas?
Sí, me doy cuenta si hay otros músicos entre el público por la forma en que te miran, cómo escuchan, casi siempre echan la cabeza hacia un lado como tratando de afinar el oído, mirando intensamente. En cambio, el público que no son músicos, los fans, están ahí para seguir el beat, el ritmo, responden más con el cuerpo entero, los pies, levantan los brazos, cantan dándolo todo, su atención está más fija en la emoción que en el análisis.
¿Tocas solos de guitarra complejo para dedicárselos o agradar a los músicos entre tu público, por ejemplo?
Cuando toco “777-93-11” me marco ese solo de guitarra para los músicos. Saco mis habilidades en armonía, en jazzy, un poquito. Luego vuelvo al público general, los fans. Me gusta explorar sacar mis “chops”, lo melódico, eso es lo más importante. Tocar para otros músicos representa la tensión, tocar para el público es relajarse, tensión y relax, eso me encanta.
Ya, es que cuando vamos a concierto de Jazz, y a veces piensas que los músicos tocan para otros músicos y no para los fans.
En mi opinión, eso es demasiado intelectual, muy denso. Se ha vuelto complicado. Antes no era así, en los 50s, 40s el Jazz no era así. Ahora debes meterte demasiado en el rollo para entender lo que esos músicos están haciendo. Es como si el foco fueran ellos y no la música en sí misma. O el público.
Otros músicos, por ejemplo Nile Rogers, toca para la gente.
La canción y la melodía es lo más importante, seducir los oídos de tu público, mezclar academia y pasión.
¡Eso sí que es un Freak Juice!
Empecé mezclando estilos, me fui a Oklahoma a nutrir un sonido propio en clubes, desarrollé una combinación Funk, Rock, tonos heavy, pero con el Funk de Prince y George Clinton, Fishbone, Ska y Miles Davis. Mis solos son más cromáticos, más. Be Bop. Cuando Morris descansa me extiendo con mi banda. Freak Juice es más mi marca personal, improviso, soy más libre, me expando. Morris es más específico a la hora de tocar en directo. Freak Juce and Friends es mi último álbum, lo podéis encontrar en Spotify, Bandcamp, iTunes. Podéis también comprar merch y apoyar mi proyecto y a los músicos que tocan en mi banda. Se ha vuelto muy complicado vender tu música a no sea que te mantengas gracias a tocar en directo, claro jajajaja. Estaré de regreso en Madrid el próximo mes de marzo. Y uno de mis sueños es tocar en España, precisamente.
Sería una pasada verte con Freak Juice o con Morris Day y su banda.
Hacer un poco de zumo de freaks, jajajajaja Let’s make some Freakjuice, baby!
TEXTO Y ENTREVISTA: Marcelo Chaparro y Miguel A. Sutil