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Totó La Momposina. Larga vida al porro de Su Majestad

Marcelo Chaparro en este artículo para Enlace Funk, nos descubre la figura de Totó La Momposina, la reina indiscutible del porro, coincidiendo con el anuncio de su retirada de los escenarios.

«La música es el corazón y maneja el amor que es la energía que hace que todos seamos la unidad”,

Totó La Momposina (El asunto, documental).

El porro es un ritmo musical de la Región Caribe colombiana, posee un ritmo cadencioso, alegre y fiestero, propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/2 o, como se le dice popularmente en América, “compás partido”. Y Totó la Momposina es su Reina.

De pequeños, muchos y muchas en mi generación creíamos que esta mujer era una especie de hada bonachona con turbante, rasgos afroindígenas y poderes mágicos. Sonia Bazanta Vides (alias Totó La Momposina) es una cantante, bailarina y maestra, reconocida internacionalmente por la divulgación de la música folclórica del Caribe colombiano. De sonrisa pícara y perenne, mofletes carnudos, voz de niña/mujer y ojos brillantes, esta compositora nacida el 1 de agosto de 1940 (otros dicen que el 15 de enero de 1948) en el pueblito de Talaigua Nuevo, al lado del majestuoso rio Magdalena, ha dedicado su vida a llevar el folclor y la música tradicional afrocolombiana a los cinco continentes. Ahora dice adiós a la vida artística.

El pasado fin de semana, en el Festival Cordillera de Bogotá, tuvo lugar su última actuación sobre un escenario. A su lado, Adriana Lucía, Nidia Góngora y su nieta Talita Oyaga, entre otras grandes de la música afrocolombiana actual, cantaron las canciones que ella hizo famosas: “El pescador”, “Carmelina”, “La Bodega”, “Oye Manita” “Yo me llamo cumbia”, “La verdolaga”, “La candela viva”, “Aguacero e’ mayo”, temas que tienen en su espíritu el sentir indígena y negro de Totó -y de toda una generación (escucha la playlist que hemos preparado).

(El pescador) habla con la luna

(El pescador) habla con la playa

(El pescador) no tiene fortuna, sólo su atarraya.[1]

Debido a dificultades de salud, específicamente neurocognitivas, su familia y equipo de trabajo hicieron público el anuncio de su retiro en varias redes sociales. La reina del porro, la cumbia y el bullerengue fue diagnosticada con una afasia frontal primaria que le impide la comunicación verbal fluida; a Su Majestad se le dificulta encontrar las palabras.

“Totó la momposina se permite anunciar a la opinión pública colombiana y del mundo que ha llegado el momento de retirarse de los escenarios. La maestra se despide este mes de septiembre de 2022 cerrando, a sus 82 años, un capítulo grandioso de la historia musical colombiana, relativa a nuestros ritmos tradicionales y ancestrales”.

En la revista Semana, su hijo contó que desde hace algún tiempo se venía hablando del adiós porque desde hace unos años a su madre se le olvidaban algunas palabras. “Se lo achacamos a la edad. Pero en la pandemia quedó aislada. Le gustaba hacer retiros y la emergencia la sorprendió en uno de ellos. Aunque estaba con amigos que la quieren mucho, no estaba con nosotros ni en su casa. Pasaron ocho meses, de marzo a noviembre, hasta que pudo salir en un vuelo humanitario para Francia, donde vive mi hermana. Eso, al parecer, exacerbó su condición y llegó desorientada, afectada. Empezaron las idas al médico y nosotros a atar cabos de cosas que habían pasado con esta parte de su salud”. La maestra regresó a Colombia el año pasado y luego viajó a México, a casa de su hija Angélica donde, tras varias resonancias, le diagnosticaron la afasia frontal primaria. Es más controlable que el alzhéimer, pero es irreversible”.

La Momposina creció en una familia de músicos; tanto su madre como su padre, fueron grandes impulsores de la música del Caribe, lo que los llevó a conformar un grupo de música con el cual Totó dio a conocer su talento al mundo. Gracias a esta pasión musical, su padre y abuelo, de profesión zapateros, llevaban a casa lo mejor del artisteo local del momento (Alejo Durán, Pacho Rada, Luis Pitre, Abel Antonio Villa, los hermanos López y Zuleta,) gaiteros, genios del tambor. Su abuelo paterno tenía una banda en Magangué donde tocaba el clarinete; en la rama materna de su árbol genealógico abundan pintores, escultores, poetas, dramaturgos. Su familia tuvo que salir del pueblo debido a la violencia que se desató tras el magnicidio del político Jorge Eliecer Gaitán y, desde la década de 1970 la gran Totó no ha parado; ha recorrido decenas de países interpretando cumbias, porros, mapalés y bullerengues.

Yo me llamo cumbia, yo soy la reina por donde voy,

No hay una cadera que se esté quieta donde yo estoy,

Mi piel es morena como los cueros de mi tambor,

y mis hombros son un par de maracas que besa el sol.[2]

Su incansable trabajo musical permitió que miles de personas -de Colombia y el mundo entero- conocieran los ritmos, cantos, bailes y versos que hasta entonces solo se escuchaban en zonas rurales de las riberas del bajo Magdalena, Mompox y las sábanas de Bolívar. Totó revitalizó la música tradicional de su región, la potenció y la enriqueció. Sus canciones nos hablan del afroindio, la campesina, los desfavorecidos, la belleza de la naturaleza y ese amor infinito que siempre ha prodigado por su tierra.

Gracias a la calidad de su arte, ella y su grupo viajaron a Estocolmo, a la entrega del premio Nobel de literatura a Gabriel García Márquez, un viaje que casi se daña para Totó y el resto de músicos que acompañaban al escritor, porque había un conjunto de baile que, por decisión gubernamental, era el encargado de representar a Colombia. La furia de Gabo fue tal que amenazó con dejar todo tirado. En 1989 lanzó su primer álbum con el apoyo del colectivo Boliviamanta. Totó siempre ha hablado duro y sin miedo. Criticó que durante mucho tiempo los sonidos tradicionales no hicieran parte de emisoras y disqueras porque no eran “comerciales”. Por eso tardó tanto tiempo en grabar. Años después, viajó a Francia, cantó en cafés e ingresó a la Universidad de La Sorbona. En 1991 llegaría su gran reivindicación cuando fue invitada por World Music Arts and Dance (Womad), la fundación de Peter Gabriel, para grabar con su sello. Así nació La candela viva en el Real World Records. Así consolidó su reputación en Colombia.

“La música es universal, no tiene colores políticos porque la creó Dios para el servicio de los seres humanos”.

Totó (Cantadoras: Totó la Momposina, Canal Encuentros).

Su siguiente trabajo, Pacantó, logró combinar múltiples sonoridades del Caribe colombiano: porros, sextetos, cumbias, chandés y bullerengues. Fue nominada al Mejor Álbum Folclórico en los premios Grammy del 2000 y al Mejor Álbum Tropical Tradicional en el 2002. En 1999 y 2009 ganó los Congos de oro en el Festival de Barranquilla. En el 2006, recibió el premio a la trayectoria del Festival Womex que rinde homenaje a artistas que han desarrollado un trabajo destacado, de influencia en la vida cultural de su país y con proyección al mundo entero. En 2013 recibió el premio Grammy Latino Especial a la Excelencia Musical, luego en 2018, fue galardonada con el Premio La Mar de Músicas.

“Esta música está hecha con amor, proceso de evolución. Yo soy una cantadora, vengo de raíces musicales. Para ustedes, lo que he aprendido en mi cuarta generación”.

Tiene en su haber una más que relevante discografía, ha cantado con los y las más grandes, ha participado en cuanto festival musical la ha invitado, su legado es el de una gigante. “Ella nos enseñó a mirarnos hacia adentro; ella representa la identidad con su música. Nos mostró el camino de ser colombiano desde el Caribe” (Luisa Piñeros, periodista musical y gestora cultural).

“La base de la música son los sonidos ancestrales; llámense africanos, asiáticos, españoles, italianos, franceses, Como aquí tenemos la etnia indígena y mi etnia es afrocaribe (sic), yo le pongo eso a la música.Y en el resultado tienen que aparecer los elementos del amor musical, el amor a un país y el compromiso con este”.

Totó, la Momposina. Larga vida a Su Majestad.

POR: Marcelo Chaparro Santana


[1] La trompetista, saxofonista y cantante de jazz española Andrea Motis (Barcelona, 9 de mayo de 1995) es un ejemplo de artista nueva generación que reivindica la obra de Totó. Su versión de “El pescador” (Loopholes, 2022) es hipnotizante y resulta ser una muy válida relectura

[2] “Yo me llamo cumbia”. Mario Gareña. Canción popularizada por Totó la Momposina.

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