Luedji es una potencia fascinante y elegante, conmovedora y espiritual, que utiliza su plataforma para discutir formas individuales y sistémicas de anti-negritud. La compositora destaca en la escena musical actual y mezcla sonidos de tambores bahianos y africanos con un aire de jazz elegante y atrevido. La unión de jazz, R&B, MPB y ritmos africanos llena y desborda las composiciones de esta multifacética mujer artista que mezcla sonidos, letras y poesía de alto nivel intelectual y estético. Con tres álbumes y un EP publicados en menos de siete años, Luedji es una de las artistas más prometedoras de la nueva generación de MPB (música popular afrodescendiente brasileña).
Luedji Gomes Santa Rita nació en 1987 en Salvador, la capital bahiana del noreste de Brasil; su nombre «Luedji» le fue otorgado por sus padres en homenaje a una reina del pueblo Lunda (Congo y Angola). «Hay una razón por la que tengo un nombre africano. Mis padres son parte del movimiento de militancia afro y diseñaron a sus hijos como armas de combate», confesó para la prensa de su país. La suya es la ciudad con la mayor proporción de afrobrasileños; aunque su casa estaba siempre llena de música, sus padres querían que tuviera un trabajo estable, por lo que se graduó en derecho. Luedji nació en el barrio de Cabula donde dio sus primeros pasos musicales, en la Escuela Bahiana de Canto Popular.
Su primer álbum, «Um Corpo No Mundo» (un cuerpo en el mundo) de 2017, lleva en el título esa “sensación dislocada de ser una «mujer negra de la diáspora, en un país donde no nos vemos representadas». Las musas la visitaron en su tercer viaje a África, que sintió como un regreso a casa, ella estaba embarazada de su hijo Dayo durante la grabación y filmación del precioso álbum visual acompañante, grabado en localizaciones de Nairobi y São Paulo junto al productor y guitarrista de jazz keniano Kato Change. Um Corpo No Mundo es ricamente melódico, elegantemente percusivo, jazzy, contemporáneo y empapado de cultura brasileña. La voz de Luna oscila de lo silenciosamente seguro a lo contundente y elevado, sus letras clínicas y poéticas. En 2019 lanzó un EP (Mundo Remix) con versiones muy interesantes y con invitados de alto nivel.
Luedji se presenta como la embajadora de un tipo muy diferente de música brasilera, su misión es tocar el corazón de lo que realmente es Brasil y su(s) gente(s). Combinando bases de percusión fuertes y variadas, con melodías inquietantes y spoken word, Luedji aborda temas de amor, feminidad e identidad. Escucharla es adentrarse en un reino a la vez real y de ensoñación; tal es el poder de esta super mujer que se ha hecho a sí misma a través de la introspección de una poeta y la observación aguda de una flâneur. “Cuando tenía catorce o quince años, mis notas escolares empeoraron y mis profes comenzaron a preocuparse. Llamaron a mis padres, quienes descubrieron que a su hija no le estaba yendo bien en la escuela, no por dificultades de aprendizaje, sino porque estaba triste. Sufrí acoso escolar por ser la única estudiante afro en un instituto privado para blancos. Empecé a escribir canciones para romper ese silencio; hoy mi música (pro)viene de ese lugar”, ha admitido en más de una ocasión.
En 2021, llegó su aclamado álbum Bom mesmo É Estar Sob D’Água (Es muy bueno estar bajo el agua) que fue inmediatamente nominado para un premio Grammy Latino al Mejor Álbum de Música Popular Brasileña. Bom Mesmo fue premiado como “mejor álbum del año” en los WME Music Awards, un reconocimiento a la lucha, resistencia y fe, a través de un discurso esencial sobre el movimiento feminista afrodescendiente. En los últimos años, la cantante ha consolidado su carrera en la música brasileña contemporánea, conquistando premios muy relevantes como el Premio Caymmi 2019 y el Premio Afro Brasileño 2020.
Bom Mesmo É Estar Debaixo D’Água es uno de los álbumes más honestos y hermosos que Brasil ha regalado al mundo desde que la pandemia nos afectó. Hay tal profusión de referencias al Candomblé (versión local de la exquisita religión Yoruba de África occidental) que merece una tesis universitaria y se ubica en el primer plano de lo que se conoce como Afrofuturismo caribe/Brasil. Es innegablemente político hacer referencia al candomblé en un país que históricamente ha perseguido y rechazado las religiones panafricanas, por irónico e injusto que esto parezca. Su hit «Banho de Folhas» (Baño de hojas) trae esos elementos al primer plano e invoca a Oxalá, una deidad muy venerada. Además, en este álbum se nos lanzan preguntas sobre el feminismo afro, el amor, la venganza y la celebración. «Es un álbum que habla de mí, que viene de dentro de mí, pero también traigo otras voces e imágenes de mujeres afro. Es un ‘yo’ que es un ‘nosotros’; es colectivo». Visual y musicalmente, hay alusiones al Candomblé, la religión afrobrasileña que sigue Luna, importada y desarrollada por africanos esclavizados. Es una religión tolerante y subjetiva cuyas deidades son también fuerzas de la naturaleza. Cada uno de los / las fieles tiene un santo patrón, u orisha, y el álbum de Luedji abre con una canción y un ritmo dedicados a Oshunmaré, orisha androgino/a representado/a por un arco iris o una serpiente. Oshunmaré representa la evaporación del agua, ciclo que sostiene la vida en la tierra, pues sin ella toda forma de vida perecería. Y la portada del álbum lo refleja a la perfección.
El candomblé está presente en las obras de gigantescos músicos brasileños como Gilberto Gil y Dorival Caymmi, pero sus seguidores son cada vez más atacados por algunos extremistas radicales del creciente número de cristianos evangélicos de Brasil, muchos de los cuales todavía apoyan al expresidente oscuro y ven el candomblé como algo diabólico. Luedji Luna admite que, además de esta lucha cultural, hay otros frentes abiertos que está dispuesta a combatir con sus notas musicales. “Se espera que cantemos sobre el hambre, el dolor, el hambre, la tristeza, pero podemos cantar otras cosas porque también vivimos otras cosas. Es por eso que hablo de amor, para escapar de este estereotipo, este cliché del dolor de la mujer negra», dice. «Yo hablo del amor como sanación; el amor como poder». El amor, y la lucha social. La frase Las mujeres negras son la revolución aparece durante “Ain’t I a Woman”, cuyo título es también el del libro de la escritora feminista Bell Hooks y que proviene de un discurso de 1851 de la ex esclava Sojourner Truth. «Bell Hooks dijo que el amor sana, y estoy trayendo la perspectiva de la curación a mi último disco», dice Luna, afirmando que las mujeres negras «tienen derecho a amar y ser amadas». Brutalmente honesta y muy necesaria en el panorama post-ultraderechista del Brasil actual, un pais hermoso pero herido por una legislatura que intentó eliminar la cultura de un plumazo. Afortunadamente, con mujeres como Luna, no lo consiguió.
Luedji Luna vuelve a los escenarios europeos en julio de 2023, empezando su gira en el Festival Roskilde, en Dinamarca, pasando por Madrid y Barcelona en una cita ineludible para quienes deseen ver en directo a una de las grandes del país del sol. Nos visita tras lanzar el sencillo “Orishas” en el que prestó su voz en este temazo con aroma de salsa cubana y hip hop firmado por ella misma y los HODARI. Y, como guinda en el pastel, Luna presentará su último sencillo “Nada será como antes”, lanzado hace tan solo una semana, y que resume a la perfección la propuesta artística y filosófica de una guerrera a tener muy en cuenta. Ashé.
TEXTO: Marcelo Chaparro Santana
